martes, 11 de diciembre de 2012

Grecia

A la espera de conocer este miércoles los resultados definitivos del programa de recompra de bonos recién realizada por el Gobierno griego como parte del acuerdo alcanzado con la Troika a cambio del nuevo tramo de ayuda del rescate financiero del país, dos consecuencias inapelables se pueden extraer de todo este proceso.

1.- In financial crises, private debt becomes eventually public debt.



Es un principio económico defendido por Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff que se está cumpliendo al dedillo en el caso de Grecia, como explica Nuño Rodrigo en este post. Una gran parte de la deuda griega que al principio de la crisis estaba en manos de bancos alemanes y franceses ha terminado asumiéndola usted y yo, así como los contribuyentes de todos los países de la eurozona.

Y otra parte nada desdeñable se ha transferido de los bancos griegos al sector público a través del mencionado programa de recompra de bonos. Porque puede haber hedge funds internacionales que no las tengan todas consigo sobre si es una buena idea acudir al canje, pero los pobres bancos griegos, absolutamente privados de capital y totalmente dependientes de los fondos públicos para su supervivencia, no tienen más remedio que acudir en masa y desprenderse de sus 15.000 millones de euros en bonos públicos.

Por si acaso, las autoridades del país no se han andado con sutilezas, y en esta nota de prensa utilizan un tono más bien amenazante para convencer a todos los tenedores de deuda griega sobre lo que les podría pasar si no acuden al programa de recompra. Observen en particular este párrafo:


"Holders that have not tendered so far can still take advantage of the liquidity opportunity
offered by the Invitation. Investors should bear in mind that even if Greece accepts all bonds
tendered in the Invitation, it will continue to engage with its official sector creditors in considering
further steps to put its debt on a sustainable path. Future measures may not involve an
opportunity to exit investments in Designated Securities at the levels offered for this buy back.”

En otras palabras, como explica Felix Salmon, que usted puede no acudir al canje y confiar en que se le repague todo al vencimiento, o aceptar ahora 33 centavos por cada dólar. Teniendo en cuenta que Grecia depende de la voluntad de sus socios comunitarios y que es previsible que el país tenga que tomar nuevas medidas para garantizar su sostenibilidad, ¿seguro que realmente quiere mantener esos  bonos?

2.- Lo que nos lleva a la segunda y última consecuencia, que casi parece una certeza a la luz de ese párrafo, en el sentido de que una nueva reestructuración de la deuda griega, es decir, una nueva quita, una nueva suspensión de pagos, que en este caso afectará también al sector público, es inevitable para Grecia, aunque probablemente no la veamos hasta 2014, cuando hayan pasado las elecciones alemanas del otoño que viene.

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