viernes, 28 de septiembre de 2012

Presupuestos

Cosas que me han gustado
  • Esta fantástica presentación con el balance y el plan de reformas estructurales que el Gobierno tiene previsto aprobar en los próximos meses. En concreto, las primeras 22 páginas, elaboradas por Economía, son un certero y lúcido análisis sobre las causas que están detrás de los problemas que nos afligen actualmente, y un resumen de las fortalezas con que cuenta nuestro país para salir del atolladero, como sin duda tarde o temprano terminaremos haciendo. ¿Por qué no está este documento traducido ya al inglés y distribuido entre los inversores internacionales?  
Cosas que no me han gustado
  • Que el Gobierno haya mantenido inalteradas las previsiones para el año que viene incluidas en el cuadro macro, sobre el que se han elaborado los presupuestos. Cuando el FMI te está dando una previsión de crecimiento en 2013 del -1,2%, S&P's del -1,4% y la CEOE del -1,6%, que el Ejecutivo base la previsión de ingresos y gastos en función de una estimación del -0,5% pone bajo sospecha la credibilidad en el cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal. Y es una pena, justo ahora que estoy empezando a creerme que quizá este año no nos desviemos tanto después de todo.
Cosas que me han gustado
  • Que se vaya a aprobar una Ley de Servicios Profesionales, esperemos que similar a la que el Gobierno anterior intentó desarrollar y tuvo que guardar en un cajón por la abierta oposición de los sectores afectados, los colegios profesionales, y estoooo, la falta de apoyo del principal partido de la oposición. Esta es sin duda una gran noticia porque la de los servicios profesionales es una de las reformas que efectivamente pueden mejorar la competitividad de la economía española, además de incrementar el PIB en cerca de un punto porcentual en el crecimiento potencial a largo plazo. Es una de las recomendaciones habituales de todos los organismos internacionales, y debemos congratularnos porque De Guindos haya conseguido convencer al presidente para que la incluya. Prepárense eso sí para la guerra frontal que le van a organizar los colegios profesionales. 
  • Me ha gustado por supuesto el anuncio de creación de una oficina independiente de control fiscal, otra de las sempiternas recomendaciones internacionales. Esperemos eso sí que no se quede en un mero apaño estético, y se cree una autoridad verdaderamente autónoma que sea capaz de sacar los colores a los distintos gobiernos respecto de la ejecución presupuestaria, a imagen y semejanza de la americana Office of Management and Budget o de la británica Office for Budget Responsibility.
Cosas que no me han gustado
  • Que el Gobierno sigue adelante con el engendro de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, organismo regulador único anunciado a bombo y platillo a principios de año, y que en los últimos tiempos parecía que podía ser enviado a la papelera tras la catarata de críticas recibidas a su diseño, tanto desde Bruselas como desde los propios organismos reguladores sectoriales. La idea del Gobierno era agrupar a todos los reguladores (energía, comunicaciones, postal y ferroviario) con la Comisión de Competencia, lo que supondría toda una anomalía en Europa. El diseño de este macroregulador se inspira en las propuestas recogidas en un informe elaborado por una gran consultora internacional, que a su vez fue encargado a ésta por una gran empresa de telecomunicaciones, de referencia en el sector. Se da la circunstancia de que el nuevo regulador propuesto ve seriamente mermadas las competencias en algunas áreas, entre ellas, ejem ejem, las telecomunicaciones.    
  • No me ha gustado tampoco ni un pelo el gol que Industria ha conseguido meterle a Economía con la nueva subvención pública (es decir, utilización de recursos públicos en un momento en que se recortan derechos sociales de todos) a la compra de un bien que no es de primera necesidad como el automóvil... (¿subvencionamos la compra de camas, neveras u ordenadores? No, pero se me dirá, es que la industria del automóvil emplea a mucha gente en España y se pueden perder los puestos de trabajo. Pues por esa regla de tres, ¿por qué no subvenciar a los promotores inmobiliarios?)
Cosas que me han gustado
  • Que estas medidas inmediatamente hayan recibido el respaldo de la Comisión Europea mediante una nota de prensa del comisario Olli Rhen, que es eficiente pero no tanto como para tener listo en media hora un extenso comunicado alabando las iniciativas del Gobierno español sin conocer antes su contenido. Es obvio que la reacción de Bruselas estaba pactada e invita a pensar que lo que hemos visto hoy no es más que una escenificación teatral, en la que unos juegan a pensarse si piden o no un rescate (y mientras aprueban las medidas que se les exigirán una vez se pida dicho rescate) y los otros hacen como que se lo creen, como si aquellos realmente tuvieran la opción de elegir... Y eso es una buena noticia porque cuanto antes pidamos el rescate más cerca estaremos de llegar a una solución que nos permita reducir los costes de financiación de nuestra economía de forma duradera, que es la auténtica losa que nos está aplastando ahora mismo, y cuya eliminación nos permitiría recuperar impulso y tener opción de retornar a la senda del crecimiento.
Cosas que no me han gustado
  • No sé, me da la sensación que se esperaba un poco más que lo anunciado hoy por parte del Gobierno. No me refiero a más austeridad como la que está dejando en los huesos nuestro gasto público, por supuesto, pero sí más medidas concretas de aplicación inmediata; las reformas anunciadas están bien, pero aún pertenecen al terreno de la promesa, deben aún desarrollarse y detallarse. Falta quizá también una idea coherente acerca de cuál es la postura del Gobierno ante el que es sin duda el mayor desafío económico al que se enfrenta España en los próximos 24 meses: la pulsión entre una necesidad de acometer una racionalización de las estructuras del Estado de acuerdo con la situación económica en que nos vamos a mover en la próxima década, por un lado, y la fuerza centrífuga que se vive en determinadas partes del país, por otro. 
  • Y por supuesto, tampoco me ha gustado la medida menos esperada de las anunciadas, la decisión de utilizar el Fondo de Reseva de la Seguridad Social para pagar las pensiones de este año. No niego que la jugada es hábil por parte de Rajoy, que se escabulle así de tener que optar entre sus votantes y sus socios europeos en un tema que se había convertido en un termómetro sobre el verdadero compromiso del presidente a hacer lo que fuera necesario para equilibrar las cuentas de la economía española. Pero el problema es que el Fondo se creó ante la previsión de un problema demográfico estructural, al que la sociedad española se va a terminar enfrentando en el plazo de unas décadas: la insostenibilidad del sistema, a causa del progresivo aumento de pensionistas frente al de trabajadores como consecuencia del envejecimiento de la pirámide de población. En cambio, Rajoy está echando mano de 3.000 millones de ese fondo para solventar un problema coyuntural de falta de liquidez con que pagar la revalorización de las pensiones durante un año. Eso es hacerse trampas al solitario. A los veinteañeros que se jubilen en el 2050 habría que explicarles que Rajoy acaba de escaquearles 3.000 millones para quedar bien políticamente.






jueves, 27 de septiembre de 2012

El dilema de Rajoy

Europa entera aguarda ansiosa por conocer las líneas generales de los presupuestos generales para 2013 que desvela hoy el Gobierno español, junto con un nuevo paquete de reformas estructurales.

Si el equipo económico presenta un ambicioso plan de medidas que refuerce la apuesta de su Gobierno por la consolidación fiscal, al tiempo que sienta las bases para una recuperación de la competitividad de la economía española, España habrá dado un gran paso adelante en su intento por ganarse el apoyo y la disposición del resto de países europeos a facilitarle las cosas en su inevitable petición de ayuda financiera, que tiene que producirse en cuestión de semanas, si no antes.

No solo eso, si Rajoy convence a sus socios con un paquete de medidas sustancial y de amplio alcance, que no se quede en un mero anuncio cosmético sin contenido, es muy probable que ni Berlín ni el resto de los socios que nos tienen que prestar el dinero tengan ni argumentos de peso ni verdadero interés en imponer medidas adicionales cuando se firme el nuevo MoU en las próximas semanas, lo cual serviría al presidente del Gobierno como un auténtico revulsivo, pues le permitiría evitar el doloroso trance político de tener que negociar nuevas concesiones de Bruselas en el momento del rescate.

Por el contrario, si Rajoy falla y presenta un plan edulcorado sin avances realmente en los objetivos a largo plazo de nuestra economía, que pasan por la consolidación fiscal y la eliminación de barreras al crecimiento económico, entonces las consecuencias para nuestro país y para su gobierno van a ser realmente amargas.
En concreto, una de las medidas que va a servir para calibrar el auténtico éxito de este plan, y para medir si Rajoy está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para reflotar nuestra economía, va a ser sin duda la relacionada con la revalorización (o no) de las pensiones. (Es posible que, como la decisión no se tiene que tomar hasta conocer la inflación de noviembre, este anuncio no se haga hoy, pero tampoco habría que descartarlo, pues en Europa este asunto provoca mucha inquietud).

En las circunstancias excepcionales que estamos viviendo, cualquier gobierno (del color que sea) a punto de solicitar un rescate externo, con gravísimos problemas a la hora de hacer cuadrar las cuentas públicas, e intensamente presionado por sus socios a que tome medidas para atajar esas dificultades, no dudaría ni un segundo en decidir que, si se ha rebajado el sueldo a los empleados públicos, si todos los trabajadores han visto recortada su renta y subidos sus impuestos, es razonable que los pensionistas también contribuyan en ese esfuerzo compartido y les sean congeladas las pensiones durante un año. Si no se quiere dañar a las personas mayores con ingresos muy reducidos, manténgase la revalorización de las pensiones mínimas, y congélese las demás, y de esta manera, el Gobierno se ahorraría más de 4.000 millones de euros de una tacada (el coste de cada punto de desviación del IPC es de unos 2.000 millones, lo que significa que una inflación en torno al 3% en noviembre con respecto a lo incluido en los presupuestos de este año implicaría esa cantidad extra para las arcas del Estado).

Eso sería lo racional y lo que marca la ortodoxia económica. El problema es que esta no es una cuestión económica, sino política. Sucede que esa medida, exactamente la misma, con revalorización de las pensiones mínima y congelación del resto, es la que tomó José Luis Rodríguez Zapatero en mayo de 2010, y contra la que el PP levantó una auténtica cruzada.

Mariano Rajoy ha tenido que incumplir en estos 9 meses muchas de sus promesas electorales. Los que le defienden dirán que ello se ha debido a la herencia del gobierno anterior. Otros podrán añadir que el problema no ha sido lo que ha hecho en el Gobierno, sino lo que prometió antes de llegar a él. Pero el caso es que congelar las pensiones de los jubilados significaría probablemente para el político gallego cruzar un Rubicón en su presidencia. Es muy posible que entre su electorado esta medida terminara de hundir su imagen política.

Por otro lado, si Rajoy decide hacer oídos sordos a las presiones de Economía y se deja llevar por sus consejeros políticos y revaloriza las pensiones, estará lanzando en toda las capitales europeas, cuyos líderes tienen que convencer a sus parlamentos que nos presten dinero, el mensaje de que, al igual que ocurrió en enero con los presupuestos y las elecciones andaluzas, el Gobierno de España sigue más pendiente de obtener rentabilidades políticas a sus decisiones que de realmente arreglar los problemas del país. Y ese mensaje podría tener consecuencias catastróficas para todos nosotros.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Lobby

IESE y Llorente & Cuenca celebran estos días unas muy interesantes jornadas sobre "la gestión de la influencia", forma amable de definir al lobby, que por estas latitudes se sigue encubriendo mediante ese u otros términos menos sospechosos como "public affairs" o "relaciones institucionales".
El caso es que el tema me interesa mucho pues llevo tiempo trabajando en un proyecto sobre esta materia (que espero que vea la luz pronto). La jornada de ayer martes mereció la pena completamente, con la presencia de asistentes destacados como Wright H. Andrews, presidente de la Liga Americana de Lobistas (los anglosajones tienen menos problemas en llamar a las cosas por su nombre), y la de hoy supongo que será igualmente interesante, con la presencia del ex ministro Jordi Sevilla.  

De la jornada de ayer me quedo con unas palabras del europarlamentario italiano Carlo Casini, portavoz del Registro de Lobistas del Parlamento. A la muy pertinente pregunta de por qué en algunos países latinos como España e Italia existe una visión tan negativa y recelosa entre la sociedad hacia la labor de los lobbies ante los gobiernos, el político italiano proporcionó dos razones fundamentales:
-El miedo o la sospecha de prácticas de corrupción. Es decir, que los representantes de los lobbies puedan extraer de los distintos poderes públicos un resultado positivo a sus intereses a través de prácticas ilícitas.
-El lobista intenta persuadir a los políticos, es un persuasor, pero esa persuasión se lleva a cabo de forma oculta, casi clandestina, sin que la sociedad se dé cuenta de que sucede.

La cuestión es que, al mismo tiempo que presenta muchos recelos entre la ciudadanía, el lobby cumple una función social muy útil, ya que es el principal mecanismo de defensa de los intereses de empresas, organizaciones y todo tipo de asociaciones (entre ellas las ONG) ante el poder establecido

¿Cómo solucionamos esta contradicción? Pues apostando por la transparencia en todo lo relacionado con el lobby, y dando por fin una regulación a esta actividad. Pertenecemos también en esto a los PIGS de la opacidad, pues son justo Italia, Grecia, Portugal y nosotros algunos de los pocos países que aún no cuentan con una regulación de la industria del lobby; necesitamos una legislación que ponga luz y taquígrafos a esta actividad, como ocurre en EEUU o en las propias instituciones de la Unión Europea: que el ciudadano pueda acceder a un registro público donde quede consignado cada contacto de lobby que ha realizado cualquier organización en relación con una legislación determinada, con qué miembros del gobierno ha hablado, con qué diputados, qué propuestas o enmiendas ha realizado, cuanto dinero destina a estas actividades cada año, etc.

Es evidente que los lobbies pueden cometer abusos, y de hecho los cometen con relativa frecuencia. Pero es precisamente por ello por lo que debemos acometer su control, no mirar para otro lado como si no existieran. Regular el lobby no va a provocar que haya más; antes el contrario, va a servir para separar el grano de la paja y que el ciudadano pueda aprender la diferencia entre el tráfico de influencias y la legítima defensa de los intereses particulares, al tiempo que podremos conocer mucho mejor cómo hacen lobby las empresas de este país, y mejor aún, cómo se comportan ante ellos nuestros políticos y representantes populares.
Ojalá tuviéramos aquí la transparencia suficiente de que disponen otros para poder fiscalizar la relación entre política y lobby como hacen en otros países organizaciones como OpenSecrets o Spinwatch.

El Gobierno ha dejado pasar una oportunidad de oro para regular esta actividad con ocasión de la Ley de Transparencia, cuyo articulado no menciona ni una sola palabra sobre lobby. La buena noticia es que, si quisieran, aún estarían a tiempo. La ampliación del plazo de presentación de enmiendas al proyecto legal hasta el 2 de octubre da al Ejecutivo la opción de incluir esta cuestión.

Porque en definitiva, si queremos que los ciudadanos mejoren la visión que tienen de la clase política española, si queremos que recuperen la fe en la honestidad de una gran mayoría de sus miembros, que lo podrán hacer mejor o peor, se podrán equivocar una y mil veces, pero que casi todos realmente trabajan por mejorar la vida de los ciudadanos, si no queremos que los ciudadanos se dediquen a invadir el Congreso sino a visitarlo y a entender un poco mejor cómo se toman las decisiones políticas en nuestro país, es el momento de tratarles como personas adultas y no como a niños a los que no se les puede revelar la cruda realidad de la política.

martes, 25 de septiembre de 2012

Kiva

Internet está revolucionando por completo la forma en que afrontamos una gran mayoría de aspectos de nuestra vida. Y ello no tiene por qué ser necesariamente negativo. En los últimos tiempos están surgiendo iniciativas que, precisamente, utilizan el potencial expansivo e ilimitado de la red para ofrecer servicios hasta hace poco inimaginables. Luis Garicano llamaba la atención hace poco sobre Coursera, una maravillosa iniciativa que ha conseguido poner de acuerdo a las más prestigiosas universidades de EEUU para ofrecer cursos online sobre una gran variedad de materias, desde macroeconomía hasta física cuántica, dirigidos por eminencias mundiales del ramo, y lo mejor de todo, gratis.

En la misma línea, buceando por la red he encontrado algo que puede suponer una auténtica revolución en el mundo de las instituciones benéficas: Kiva. ¿cansado de donar un dinero a una ONG que luego realmente no sabe si ha servido para ayudar a personas necesitadas? Esta organización sin ánimo de lucro ha ideado un sistema diferente para ayudar a personas con pocos ingresos de países del tercer mundo: imitando el modelo de Kickstarter, usted se convierte en un banco, y en vez de hacer una donación, realiza un préstamo (por una cantidad a partir de 25 dólares) a alguien que presente un proyecto que usted considera interesante. Y cuando vence el plazo estipulado, usted recupera su inversión, que puede ingresar o volver a utilizar en otro préstamo. 

Por ejemplo, veamos el caso de Zenaida, una peruana de Cuzco que gana dinero vendiendo fruta por la calles. Necesita un crédito de 775 dólares para comprar un carro que transporte la fruta, proteja su mercancía del sol y le permita albergar en cajas las frutas. Ella trabaja muy duro todos los días para obtener dinero con que pagar la educación de su único hijo. Ha pedido ya dos pequeños créditos en el pasado que le han permitido poner en marcha su negocio, y los dos los ha pagado religiosamente. 

Está también Aneela, una pakistaní de 20 años casada y con una hija, cuyo marido trabaja de guardia de seguridad y percibe unos ingresos tan bajos que no permiten más que malvivir a la familia. Por eso, hace dos años Aneela se armó de valor y abrió... un salón de belleza! y ahora solicita 1.875 dólares para comprar material: lápiz de labios, cremas faciales, sillas para los clientes...  

Tanto Zenaida como Aneela han contactado con una empresa de microcrédito local (Kiva tiene alianzas con  218 en 63 países de todo el planeta) que es la que estudia la petición y decide en su caso adelantarle el dinero. La empresa de microcrédito contacta entonces con Kiva, que si acepta el expediente lo cuelga en su página y abre la posibilidad de que los prestamistas comiencen a prestar dinero. Según los registros que monitorizan todos los créditos, Zenaida ya ha obtenido préstamos por un 30% del montante total, mientras que Aneela va más retrasada y sólo ha conseguido un 5%. Una vez completado el total del crédito, Kiva devuelve el dinero a la empresa de microcrédito (que obtiene un beneficio en la operación). 

Por su parte, cuando el prestatario consigue recuperar los fondos suficientes para la devolución del crédito (lo que sucede en el 98,9% de los casos según las estadísticas de Kiva) el dinero se devuelve a los prestamistas, que pueden optar por recuperarlo o por destinarlo a otra inversión (el 70% decide reinvertirlo en otro proyecto).

Premal Shah es el nombre del gurú de internet que está detrás de este proyecto, y pertenece a la denominada Paypal Mafia, un grupo de jóvenes emprendedores de Sillicon Valley que se formaron juntos hace más de una década en la empresa de pago online, y que después han ido fundando algunas compañías de internet ligeramente exitosas como Youtube o Linkedin, y a los que algunos consideran como los auténticos inspiradores del fenómeno 2.0 

Actualmente, Kiva consigue financiación de un millón y medio de dólares a la semana, que permiten construir los sueños de 850.000 pequeños emprendedores del tercer mundo. El siguiente paso de la compañía se centra en obtener créditos que directamente paguen los estudios de aquellos que no tienen recursos suficientes para acceder a una educación.  Como vemos, Internet no solo sirve para descargar porno o pelis piratas. Tiene el poder de unir a personas en un proyecto común y hacer la vida mejor a millones de personas.




lunes, 24 de septiembre de 2012

Un poco de Historia

En 1640, y por un periodo de 12 años, Cataluña fue independiente respecto a España. La secesión se produjo como consecuencia del descontento entre la población a la política del Conde Duque de Olivares, valido de Felipe IV.

Olivares vio claro que la potencia económica de España se estaba debilitando a marchas forzadas y la decadencia del imperio dominante el siglo anterior era evidente. Y esto era así porque los dos únicos ingresos recurrentes sustanciales de la Corona eran los impuestos que pagaba Castilla y la plata procedente de América.

El problema era que los castellanos ya no podían más, o mejor dicho, los agricultores castellanos, cuyas espaldas eran en la práctica quienes sostenían la Corona, ya no podían más, pues ni los nobles ni la Iglesia pagaban impuestos. (hay cosas que no cambian, ¿verdad?)

Y como las necesidades económicas eran colosales debido al gasto militar en Flandes y en la defensa del comercio transatlántico, y  además precisamente el comercio de la plata de Indias entró a partir de esta etapa en una contracción de la que ya no se recuperaría, el caso es que la situación de las finanzas españolas era tan desastrosa, que lo de ahora es un juego de niños comparado con aquello. (En 1621, el primer presupuesto de Felipe IV arrojó unos gastos de 8,2 millones de ducados; mientras tanto, los ingresos conjuntos de los años 1621-25 ascendieron a 5,8 millones de ducados. Es decir, el déficit anual era pavoroso; no es de extrañar que en 1627 la Corona suspendiera pagos, y 20 años después, en 1647, volviera a hacer default).

Ante esta situación, Olivares alumbró el proyecto de hacer corresponsables, al resto de territorios que componían el imperio, de su sustento, pues ni Cataluña, ni Aragón, ni Valencia, ni las provincias vascas, ni Portugal, ni Italia, ni Flandes ni las provincias de América contribuían con sus impuestos a la causa común.

Este fue el detonante de las revueltas que se vivieron en 1640 en Cataluña; los nobles catalanes en ningún caso estaban dispuestos a pagar impuestos, por lo que la carga, como en el caso de Castilla, hubiera terminado cayendo sobre la gente común. La situación se vio agravada además por el hecho de que desde 1635 España estaba en guerra con Francia y había un ejército de Felipe IV acantonado en sus tierras, lo que provocó escenas de pillaje y abusos que sirvieron de espita para la revuelta de els segadors contra las tropas del rey.

Barcelona fue rápidamente controlada por los revolucionarios y el virrey perseguido y asesinado mientras intentaba embarcar en un barco en la playa. Cataluña se declaró independiente y los intentos de Felipe IV por recuperarla fracasaron. Olivares fue defenestrado.

El problema es que, una vez independientes, los catalanes se dieron cuenta de que ya no contaban con la protección del ejército real en un momento en que el tablero de juego europeo estaba dominado por las ansias expansionistas de varias potencias, y peor aún, sus intereses comerciales se veían seriamente afectados, pues las galeras españolas dejaron de guarnecer las travesías de los comerciantes catalanes por el Mediterráneo, infestado de piratas berberiscos.

Así que los líderes catalanes, Pau Claris y Francesc de Tamarit, optaron por echarse en manos del principal enemigo de España, Francia, que aceptó proteger a Cataluña y sus intereses comerciales. El problema es que los catalanes fueron poco a poco comprobando que a Luis XIII y al cardenal Richelieu no les interesaba tanto proteger a Cataluña como aprovecharse de ella, pues utilizaron la cuña de Cataluña en la península Ibérica como punta de lanza de su presión sobre España, de forma que la población tuvo que soportar otro ejército invasor, pero este ahora de signo contrario. Nombraron un virrey francés, y encima, rápidamente los intereses comerciales franceses comenzaron a imponer su predominio sobre el comercio catalán, que perdió el control de algunos mercados.

La situación llegó a un punto en que, transcurridos 12 años, el descontento era tal entre los catalanes que finalmente a Felipe IV no le resultó difícil negociar con ellos su reincorporación a la corona española. Las tropas comandadas por Juan de Austria recuperaron el control de la región y el monarca de la casa Habsburgo fue lo suficientemente inteligente como para no imponer castigos a Cataluña, que vio respetados sus fueros y no sufrió ninguna merma en sus instituciones políticas (la Generalitat y el Consell de Cent).

Tampoco, por descontado, comenzó Cataluña a pagar impuestos a la Corona, que siguió su irreversible deterioro económico, hasta el fin de la dinastía con el sucesor de Felipe IV, Carlos II, y la llegada de los Borbones, mucho más centralizadores y menos dispuestos a tolerar un federalismo entre los distintos reinos del Imperio como el que había auspiciado la casa de Austria. El periodo secesionista de Cataluña se saldó, eso sí, con la pérdida del Rosellón catalán, que los franceses habían ocupado y ya no devolvieron.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Pensiones

Cuenta la prensa que el Gobierno está estudiando tocar las pensiones como parte del paquete de medidas que tiene previsto anunciar la semana que viene y que Economía confía en que sirvan para satisfacer la condicionalidad que sin duda nos va a exigir Bruselas a cambio del rescate.

 El problema de las pensiones no es económico, sino demográfico. La brusca reducción de la tasa de natalidad en estas últimas décadas, sumado al progresivo aumento de la esperanza de vida al nacer, condicionan la estructura actual y futura de la pirámide poblacional española.

De esta manera, el colectivo de más de 65 años va a ir ganando progresivamente peso en el total de la población, mientras que la base de la pirámide se está estrechando como resultado de tasas de natalidad por debajo de las tasas de reposición. Como consecuencia, el perfil de la estructura por edades de la población se está transformando desde su forma piramidal actual hacia una forma más parecida a un pilar.

Los más de seis millones de inmigrantes que se han incorporado a la población española en la última década nos permiten retrasar el proceso, pero en ningún caso cambian su dinámica, que avanza inexorable: De acuerdo con las proyecciones demográficas de Eurostat, la tasa de dependencia (población mayor de 65 años sobre población en edad de trabajar) se podría más que duplicar entre 2008 y 2050, desde el 24% actual hasta casi el 59% en 2050. Es decir, que el ratio de personas en edad de trabajar frente a personas mayores de 70 años, que actualmente es de 5,5, en 2050 está previsto que baje a 2,25.

Pues bien, hay que tener en cuenta que las pensiones representan el principal capítulo de gasto público de los presupuestos (115.825 millones de euros en los PGE de este año). Si aplicamos los modelos demográficos arriba expuestos, estamos hablando que en 2050 esta partida de pensiones se habría duplicado, es decir, nos gastaríamos cerca de 250.000 millones de euros en pensiones. En esas condiciones, es fácil concluir que el sistema va a entrar en déficit tarde o temprano.

Es más, según la OCDE, la tasa de recambio en la pensión (que compara el valor del ingreso que obtiene el pensionista con respecto a los ingresos obtenidos durante su vida laboral) situaba a España, con una tasa del 81,2% solo por detrás de Luxemburgo y Holanda, y muy por delante de la media de la OCDE, en el 57,3%. Es decir, que nuestro sistema de pensiones es generoso.

La reforma aprobada el año pasado constituyó en este sentido un gran avance hacia la sostenibilidad del sistema. En aras del consenso social, se optó eso sí por una aplicación muy gradual de su aplicación (aunque se estableció un principio de sostenibilidad, el sistema podría irse afinando en consonancia con la esperanza de vida a partir de 2027).

El problema es que la reforma mitiga, pero no soluciona por completo las amenazas pendientes sobre la viabilidad de las pensiones futuras. Y en el momento actual, con el país al borde del rescate y con la exigencia europea de que aprobemos nuevas reformas estructurales que garanticen la sostenibilidad de las cuentas públicas, entra dentro de lo racional que se contemple adelantar la aplicación del retraso en la edad de jubilación.





jueves, 20 de septiembre de 2012

Rescate

Hay tanto ruido y tantas declaraciones interesadas que para el lector medio se hace difícil comprender qué  significa cuando en la prensa se habla de un posible rescate de España.
Para empezar, sería bueno explicar que es improbable que nuestro país se vea sometido a un rescate completo, como el que han vivido Grecia, Portugal e Irlanda. Y esto es así por una razón de peso; de peso económico de España, se entiende.
Los rescates de esos países han supuesto en primer lugar su exclusión del mercado, es decir, sus Tesoros han dejado de emitir deuda (porque no eran capaces de hacerlo o lo hacían a precios imposibles de asumir) de forma que sus necesidades de financiación adicionales las provee desde ese momento el resto de los socios de la Unión Europea. En el caso de España, cuya economía es más grande que las de esos tres países juntos, y que cuenta con una deuda en circulación superior a los 800.000 millones de euros, esa tarea se presenta demasiado formidable para las espaldas de nuestros vecinos.
Pero el caso es que ayuda, lo que se dice ayuda, sí que necesitamos, porque con la senda explosiva de nuestra deuda, (que estaba en el 36% en 2007, hoy sobrepasa el 75% y en 2014 puede llegar al 100% según el BCE), la recesión económica y desplome de ingresos asociado a ella, la ausencia de perspectivas de crecimiento en el horizonte, y sobre todo, el inasumible coste de financiación de nuestro sector privado debido entre otras razones a la situación del sector financiero, hemos llegado a un punto en el que verdaderamente no podemos salir de este agujero sin ayuda externa.
Por eso, cuando estos días se oye hablar de rescate, en realidad de lo que se está hablando es de utilizar uno de los diferentes mecanismos que se han creado en Europa estos últimos meses para hacer frente a las dificultades financieras de los socios comunitarios. Veámoslas:

1.- Compras en el mercado primario de deuda
Consiste en que el FEEF/MEDE (que son el fondo europeo de estabilidad financiera, temporal y actualmente en vigor, y su sustituto, pendiente de activación, el mecanismo europeo de estabilidad, de carácter permanente) y el BCE acudan a las subastas del Tesoro y compren nuestra deuda.
Probabilidad: Reducida. Por las razones explicadas más arriba, porque este tipo de actuaciones está pensado para países con programas de rescate completos y que están a punto de reingresar al mercado.

2.- Seguro de primera pérdida. Es una "aplicación" de la medida anterior, que consiste en ofrecer una garantía comunitaria sobre un porcentaje de cada emisión del Tesoro (entre el 20 y el 30%), de forma que los inversores que acudan a las subastas tienen cubierto pérdida sobre ese 30%. Es una forma de atraer a los inversores a comprar deuda del país.
Probabilidad: Reducida-Media. Podría ser utilizada en combinación con otras actuaciones, descritas a continuación, aunque no es muy previsible.

3.- Compras en el mercado secundario de deuda
Se trata de que el FEEF/MEDE y el BCE compren bonos y letras del Tesoro, pero no en el momento de su emisión, sino en el mercado, ya que toda esta deuda emitida se negocia entre los inversores igual que la renta variable.
Probabilidad: Media-alta. Esto permitiría reducir los tipos de interés de nuestra deuda, y podría ser efectiva combinada con otra actuación adicional, que se verá a continuación. En contra de esta medida juega el hecho de que en teoría solo es para países sin problemas de solvencia bancaria. Existían dudas también sobre la potencia de fuego de esta medida, ya que los fondos europeos solo cuentan con 500.000 millones de euros, pero esto ha quedado despejado después de que Mario Draghi se haya comprometido a hacer "lo que sea necesario".

4- Líneas de crédito precautorio
Sirven para hacer frente a dificultades transitorias de financiación, y para ahuyentar temporalmente el acoso a los mercados mientras la economía en cuestión toma las medidas necesarias para su estabilización. Pueden ascender al 10% del PIB del país (100.000 millones en el caso de España).
Ahora bien, hay dos variantes; por un lado la línea de crédito precautoria condicionada (PCCL por sus siglas en inglés) y la línea de crédito precautoria ampliada (ECCL). La primera es solo para países cuya situación financiera y económica es sólida, mientras que la segunda es para aquellos que incumplan estas condiciones: tener una deuda sostenible, respetar compromisos de reducción de desequilibrios macro, financiarse en los mercados sin problema y no tener problemas de solvencia bancaria.
Probabilidad: Muy alta. En concreto, la ECCL, la versión ampliada, que se adapta como un guante a las necesidades actuales de España, aunque probablemente vaya acompañada de un impulso precio del BCE /MEDE mediante compras de deuda secundaria para rebajar los costes de financiación de nuestra economía.

La prensa habla hoy de la posibilidad de que se pudiera utilizar el remanente de los 100.000 millones concedidos en el rescate bancario para no tener que pedir más ayuda financiera a nuestros socios, que evitaría así el desgaste político al Gobierno de pasar por un nuevo proceso de rescate.
La idea es tentadora pero considero que poco probable. Si Bruselas se caracteriza por algo es por su falta de cintura para estos temas. Los europeos del norte tienen una gran inclinación hacia el escrupuloso cumplimiento de los protocolos y acuerdos firmados, y eso supone que les costaría mucho firmar un cheque para una cosa y que luego se utilizara para otra. Desde luego en caso de ser factible el Gobierno no se ahorraría sin duda la firma de un nuevo memorandum of understanding que incluirá  por supuesto condicionalidad y supervisión estricta de la política económica. Eso, por desgracia, es ya inevitable.
Pero además, por mucho que sobraran 50-60.000 millones de la banca, es complicado que esa cantidad fuera suficiente para convencer a los mercados de que España cuenta con un arsenal de ayuda suficiente, y seguro que testarían esas resistencias tarde o temprano.



miércoles, 19 de septiembre de 2012

Federación

Cada vez es más evidente que las circunstancias que nos han llevado hasta aquí nos van a terminar empujando a tomar decisiones para las que hasta hace poco existía entre los ciudadanos un tabú, no se podía hablar de ellas.
Tarde o temprano, era inevitable que la gente se diera cuenta que el sistema no estaba funcionando, que es necesario un cambio de modelo, que nos permita avanzar a todos hacia una federación de Estados, que recoja los distintos intereses del conjunto de pueblos que, juntos, formamos un todo, porque el mundo entero nos está mirando y no nos podemos permitir estas disensiones internas que minan nuestra credibilidad como socios comerciales.
"¿Pero crees que los nacionalistas españoles permitirán que los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos se salgan con la suya"?
¿Nacionalistas? Perdona, yo estaba hablado de la Unión Europea y del proceso de construcción de una Federación de Estados Europeos que anunció Barroso el otro día en el Parlamento Europeo y a la que algunos países del continente llevan ya unos meses dedicando esfuerzos.
Para empezar, el primer punto pasa por reformar por completo el gobierno de la UE, y dotarle de una mayor capacidad fiscal. El presupuesto del Gobierno federal de EEUU supone el 24% del PIB. El de Suiza, (una federación de cantones) el 12%. El de la Unión Europea, el 1%.
No deja de ser curioso que al mismo tiempo que en España las fuerzas que priman sean ahora mismo las  centrípetas, en el conjunto de Europa las circunstancias económicas y sociales nos han colocado en una disyuntiva en la que avanzamos mediante fuerzas centrífugas a la creación de una suerte de Estados Unidos de Europa light, o todo el andamiaje pacientemente construido desde 1957 corre peligro de venirse abajo.
No sé lo qué acabará pasando en nuestro país, pero sí estoy bastante convencido que en Europa el empuje integrador es inexorable, y si nos aislamos del ruido de la actualidad diaria y ponemos las luces largas, creo que a medio y largo plazo no es una quimera hablar de un estado federal europeo, construido, en medio de los rescoldos de la crisis económica que aún nos atenaza, sobre cuatro pilares fundamentales:
Una unión bancaria, que supervise, regule, y en su caso estabilice o liquide todas las entidades financieras del continente.
Una unión fiscal, que armonice las legislaciones de los distintos miembros del bloque económico, y que se traduzca tarde o temprano en la emisión conjunta de deuda para hacer frente a las necesidades del conjunto.
Una unión económica, que armonice los mercados laborales, instaure prestaciones sociales europeas, e impulse la competitividad a escala comunitaria.
Una unión política, el punto culminante, probablemente el más distante en el tiempo, pero no por ello menos necesario porque cualquier proceso de construcción que no cuente con la legitimidad democrática de los ciudadanos será fallido.


martes, 18 de septiembre de 2012

Fracking

¿Quién ha reducido más sus emisiones de dióxido de carbono per capita en los últimos 20 años, Europa o Estados Unidos?
Sí, yo también pensaba que Europa, y estaba equivocado.
Resulta que los americanos han reducido el doble que los europeos sus emisiones de CO2 per capita, un 20%, de forma que las emisiones están ahora en mínimos desde los años 60, algo impresionante teniendo en cuenta que hoy en día hay más de 50 millones de consumidores de energía en el país que hace 50 años.
¿Y cómo lo han conseguido?
Pues gracias al fracking, un palabro que designa la técnica de fracturación hidráulica de las rocas para la extracción de gas natural no convencional (shale gas) en el subsuelo. 

Vaya por delante que el mencionado fracking también tiene sus detractores en el ámbito de los defensores del medio ambiente, y también hay quien avisa de la extrema peligrosidad de esta técnica.
Pero lo cierto es que la apuesta decidida de EEUU por la explotación intensiva de los recursos de su subsuelo se está traduciendo en cambios de tendencia a largo plazo en el consumo de energía del país:
Tradicionalmente, los americanos han obtenido la mitad de sus recursos energéticos del carbón, frente a un 20% procedente del gas natural, que emite un 45% menos de carbón por unidad de energía producida.
Pues, en los últimos años la balanza se ha equilibrado y el gas natural ya representa un tercio de la energía producida en el país, exactamente lo mismo que el carbón.
Tanto es así que la estimación apunta a una reducción anual de las emisiones de 500 megatones de C02, equivalente a dos veces el efecto total de la reducción de emisiones acordada en el Protocolo de Kioto para el resto del mundo.
Los europeos, y en concreto nosotros los españoles, hemos apostado en los últimos años por primar las energías renovables como alternativa al petróleo, lo cual puede ser una opción muy inteligente a largo plazo, pero el problema es que no hemos encontrado otra vía que subvencionar su desarrollo, y ello ha tenido como resultado un encarecimiento de la factura energética que pagamos todos los españoles.
En EEUU, por el contrario, el gas natural no había estado tan barato desde hace 35 años, y de hecho su precio es entre tres y cinco veces inferior al de hace una década.
Otro día hablamos del déficit de tarifa...

lunes, 17 de septiembre de 2012

Square

Si aun no ha oído hablar de Square, no se procupe, que tarde o temprano lo terminará haciendo.
La siguiente sensación en el mundo de las nuevas tecnologías acaba de conseguir 200 millones de dólares en su cuarta ronda de financiación, que da una valoración global a la compañía de más de 3.000 millones.
No está mal para una empresa fundada de la nada hace tan solo 3 años, y que en este tiempo ha conseguido  procesar pagos por más de 8.000 millones de dólares, ocho veces más que hace 12 meses, y para la que trabajan 400 personas, entre ellas su fundador, Jack Dorsey, cofundador de Twitter.
¿Y en qué radica el éxito de esta compañía? Pues en que ha conseguido desarrollar un método de pago por el móvil que en EEUU está causando furor. Consiste en un lector de tarjetas que se conecta al jack de los auriculares de cualquier smartphone, Iphone o Android, y permite al cliente deslizar su tarjeta y realizar el pago de forma instantánea.
square
Para ello lógicamente el comercio debe estar asociado a la red de Square, algo que parece que se está generalizando en el país norteamericano, y hay grandes cadenas de distribución que han visto la oportunidad de negocio, caso de Starbucks, que incluso se ha convertido en uno de los accionistas de la empresa al invertir 25 millones de dólares, y maneja entre sus planes la canalización de todos sus sistemas de pago por tarjeta a través de Square.
¿Y qué saca Square a cambio de facilitar el pago por móvil? Pues llevarse una comisión del 2,75% de cada transacción, es decir, hay un ingreso recurrente detrás, no se trata de una de tantas startup con un plan de negocio bonito pero poco traducible en cash. Su utilización está comenzando a ser tan popular al otro lado del Atlántico que según el Financial Times lo están comenzando a utilizar los equipos de los partidos Demócrata y Republicano en los rallies electorales para obtener donaciones instantáneas de sus votantes.
El éxito de Square obliga igualmente a tomar muy en cuenta la figura de Jack Dorsey, alma mater de la herramienta de comunicación que está reconfigurando por completo el ecosistema informativo actual: Twitter. Dorsey abandonó la red social cuando esta ya estaba encarrilada para buscar nuevas aventuras, y Square es su nueva creación. Tras la defunción de Steve Jobs, Sillicon Valley busca un nuevo mesías, y Dorsey puede ser un serio candidato.