miércoles, 16 de enero de 2013

Industria del PC

Cuando en mi entorno alguien me comenta que tiene previsto renovar sus equipos informáticos, el dilema se presenta entre comprar un portátil o jugársela con una tableta; ya casi nunca, en cambio, oigo que nadie se plantee comprar un PC, al menos para uso doméstico.

Con razón la industria de los fabricantes de ordenadores personales está pasando por un momento delicado.

Table 4
Preliminary Worldwide PC Vendor Unit Shipment Estimates for 2012 (Units)

Company
2012 Shipments
2012 Market Share (%)
2011 Shipments
2011 Market Share (%)
2012-2011 Growth (%)
HP
56,508,218
16.0
60,553,740
16.6
-6.7
Lenovo
52,159,229
14.8
45,688,493
12.5
14.2
Dell
37,611,747
10.7
42,864,265
11.7
-12.3
Acer Group
36,661,066
10.4
39,282,791
10.8
-6.7
ASUS
24,206,696
6.9
20,678,302
5.7
17.1
Others
145,554,478
41.3
156,278,584
42.8
-6.9
Total
352,701,433
100.0
365,364,175
100.0
-3.5


Como se aprecia en este cuadro, en 2012 se han vendido casi 13 millones de PCs menos que en 2011. Es el primer descenso registrado en la venta de ordenadores personales desde 2001. El elemento central de la informática de consumo de los últimos 20 años está perdiendo su trono. Ni siquiera la introducción este otoño del nuevo sistema operativo de Microsoft, el Windows 8, ha conseguido contrarrestar la caída. Las perspectivas para este 2013 tampoco son nada halagüeñas.

No sorprende, por tanto, que la situación que están viviendo estos fabricantes no sea precisamente idílica.  O al menos, no para la mayoría de ellos. Porque a uno en concreto la crisis no solo no parece afectarle, sino que está poco a poco consiguiendo la supremacía mundial. Hablamos de Lenovo, el fabricante chino, que ya en el tercer trimestre consiguió adelantar a HP del primer puesto mundial, y está a un paso, si mantiene sus tasas de crecimiento en las ventas mientras las de los demás caen, de convertirse en el número 1.

La historia de Lenovo es realmente interesante. Se fundó en el año 84 con 25.000 dólares aportados por un think tank del gobierno chino, y se mantuvo en la oscuridad hasta que en 2005 dio la campanada adquiriendo el negocio de PCs de IBM. Tras muchos problemas de digestión de semejante gigante, parece que la compañía está por fin preparada para dominar el mundo.

Es la primera gran multinacional china que obtiene reconocimiento mundial. Claro que Lenovo juega con la ventaja que le da su absoluto dominio del ingente mercado chino. El 45% de sus ventas mundiales proceden del país asiático. Su producción, lógicamente, también se concentra en aquel país, y a costes más bajos que la competencia. ¿Quién necesita outsourcing con una empresa china, cuando la propia compañía es de allí?

Los otros dos principales fabricantes, que no cuentan con un granero chino en el que refugiarse, están afrontando un desafío estructural. Desde hace tiempo, por ejemplo, se habla de un posible desmembramiento de HP, ya que la legendaria empresa californiana, creada en un garaje en 1939, podría valer menos que la suma de sus partes. Hay dos negocios que están en cuestión: las impresoras y los PCs.

Pero casi la situación más apurada la vive en estos momentos Dell Computers. La empresa texana creada por Michael Dell el mismo año que Lenovo, en 1984, y que en su día llegó a convertirse en un referente de la excelencia informática al nivel de rivales como Apple, mantuvo el trono mundial de venta de PCs hasta el año 2006. En los últimos años, ha entrado en barrena y sus perspectivas son realmente complicadas. La caída en sus ventas ha sido del 20% en el último trimestre, y al paso que va podría perder incluso el tercer puesto mundial frente a rivales como Acer.




El éxito de Dell se cimentó sobre grandes volúmenes de ventas y un margen muy estrecho, abaratando el precio frente a sus rivales al ser de los primeros en fabricar sus aparatos en China. El modelo de Dell funcionaba tan bién que los propios fabricantes asiáticos comenzaron a copiarle, y ahí ha estado su perdición. La empresa llegó a valer en bolsa 100.000 millones de dólares, y ahora cotiza en 19.000 millones; esta semana se ha publicado que la compañía está estudiando ofertas de venta por parte de varias firmas de capital riesgo.

Según Reuters, la mejor colocada parece ser Silver Lake, si bien la operación no se presenta fácil de realizar; Dell sigue siendo un monstruo de compañía con ventas mundiales de 50.000 millones al año. Cualquier oferta por la empresa afronta desafíos de financiación enormes, pues como mínimo exigirá un precio de 25.000 millones de dólares. Desde la compra de la cadena Hilton justo antes de la crisis, en 2007, no se ha visto semejante operación a manos del capital riesgo.

Y sin embargo, hay quien opina que la estrategia de Dell de hacerse un IBM con su negocio de PCs es la correcta, ya que la empresa lleva años embarcada en un giro de 180 grados a su modelo negocio mediante una agresiva política de adquisiciones, pasando de ser una empresa de hardware a otra de software, que incluye la apuesta por los servicios de seguridad y almacenaje en la nube, es decir, dejar de competir con Lenovo y empezar a hacerlo con Google.

En concreto, Christopher Mims de Qartz se ha desmarcado de la tendencia general pesimista sobre Dell con este sugerente artículo, en el que revela que la firma deposita sus esperanzas de futuro en un proyecto revolucionario, Ophelia, que pasa por destruir por completo el modelo del PC y comercializar en su lugar un minúsculo aparato integrado en un pen drive y que ofrecería todas las prestaciones de un ordenador personal a través de la nube.



Conectado a una pantalla plana o a un televisor, este chisme supuestamente haría las veces de PC.  Si esto realmente llega a tener éxito, todas esas torres informáticas de debajo de nuestros escritorios se irían al contenedor. Sin duda es la demostración de que efectivamente estamos en el minuto uno del desarrollo de la era tecnológica.

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